Éste es un proyecto enfocado principalmente en la historia oral de las haciendas que comprendieron el mayorazgo de Jaral de Berrio. Se dice que “el conde” tuvo 99 haciendas, lo cual parece ser sólo una conseja popular. Del marquesado de Jaral de Berrio hubo alrededor de 30, mientras que las heredadas del condado de San Mateo hubo 36. A esa suma habrá que agregarle las que se adquirieron en el siglo XIX, pero no llegaron a 99, excepto si se cuentan los ranchos como Lequeitio, que en el siglo XX se convirtió en hacienda, con otros dueños. Si alguien sabe anécdotas o leyendas relacionadas con el conde o con las haciendas de Jaral de Berrio y desea compartirlas a través de este medio para enriquecer el proyecto, extiendo mi agradecimiento anticipado y me comunicaré directamente con los informantes para añadirlos en los créditos del libro y hacerles llegar una copia cuando esté publicado.
Antecedentes del mayorazgo de Jaral de Berrio
Los antecedentes de Jaral de Berrio se remontan a 1601, cuando Juan de Zavala, oriundo de Luzúa, Vizcaya, en España, se estableció en esos rumbos y tuvo otras estancias y ranchos. A su fundo se le conocía como La Carbonera de Juan de Zavala. Años más tarde, Prudencio de Armenta adquirió esas tierras y les llamó Xaral, pero de algún modo volvieron a la familia anterior, ya que se sabe que Juan Ruiz de Zavala y Lois vendió sus haciendas, incluyendo Jaral, a Joseph de Retes en 1687. Éste heredó su latifundio a su sobrina Josefa Teresa de Zaldívar, hija de Dámaso de Zaldívar, uno de los constructores iniciales del “Palacio de Iturbide”, en la ciudad de México (que hacia finales del siglo XVIII y primera mitad del XIX fue la mansión de los marqueses del Jaral de Berrio y en el XX fue la Dirección Central del Banco Nacional de México y en la actualidad es el Palacio de la Cultura de Banamex). Al morir Joseph de Retes, su herencia se dividió entre sus hijos, pero Teresa Josefa de Zaldívar les compró a éstos aquellas tierras estando ya casada con Andrés de Berrio, nacido en Orduña, Vizcaya. Andrés de Berrio (1669-1747) es quien inicia el auge de San Diego del Jaral tras adquirir otras haciendas como Cerritos de Bernal, Huizache, Ovejas, Pozo Blanco, San Martín de Ovejas, San Vicente Ferrer y Sierra Hermosa.
Su hijo Miguel de Berrio y Zaldívar (1716-1779) heredó aquellas haciendas y con el paso del tiempo anexó otras para extender su latifundio, como las de Cabras, Deseadilla, Gallinas y San Onofre. Él contrajo matrimonio con Anna María de la Campa y Cos (1734-1799), condesa de San Mateo de Valparaíso y de tal modo se incrementó el gran latifundio. En 1774 obtuvo el título de marqués del Jaral de Berrio.
Esta pareja tuvo una sola hija, María Ana de Berrio y de la Campa y Cos, quien heredó las propiedades y los títulos. Ella se casó con Pedro de Moncada, 1er marqués de Villafont, aunque se le conocía con el inexistente título de marqués de Moncada. Dado que este italiano era un caza fortunas, vividor y manirroto, Miguel de Berrio y Anna María de la Campa y Cos crearon un mayorazgo a favor de su nieto Adeodato de Moncada y Berrio (hijo de María Ana), para así proteger los caudales patrimoniales. Esto sucedió en 1779, año de la muerte de Miguel de Berrio.
Con los fallecimientos de Miguel de Berrio y Anna María de la Campa y Cos, así como del heredero inmediato de éstos, Adeodato de Moncada y Berrio en 1781, María Ana de Berrio y de la Campa y Cos de Moncada se convirtió en la heredera universal y en 2da marquesa del Jaral de Berrio. A su muerte, posiblemente en 1805, heredó la fortuna y los títulos a Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, 3er y último marqués del Jaral de Berrio
Fue en esta época cuando el mayorazgo de Jaral de Berrio tuvo su máximo esplendor, pues este marqués, mejor conocido como “el conde”,incrementó su latifundio por compra-venta para así convertirse en el máximo terrateniente del siglo XIX. Entre otras haciendas, se añadieron Agostadero, El Carro, La Ventilla, Sierra Hermosa y Trancoso
El marquesado terminó en 1829, cuando se abolieron los títulos nobiliarios en México; sin embargo, los terratenientes continuaron. Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, nacido en 1781, dejó una numerosa descendencia. A su muerte, en 1850, repartió la herencia entre sus herederos y las haciendas que habían sido parte del marquesado del Jaral de Berrio siguieron existiendo. Incluso, hacia finales del siglo XIX Manuela Moncada adquirió la extensa hacienda de Cedros, en el municipio de Mazapil, Zac.
Fin del linaje y de Jaral de Berrio El linaje de los Berrio, de la Campa y de Moncada se mantuvo como de grandes hacendados hasta ya entrada la Revolución. Las últimas tierras y haciendas se perdieron con la repartición ejidal. La última propietaria del extenso latifundio fue Margarita Raigosa y Moncada de Moncada, segunda esposa de Francisco Cayo de Moncada y Fernández de Córdoba. Cuando vendió la hacienda de Jaral, en 1949, se terminó aquella historia de riqueza, anécdotas y abolengo. Bibliografía: Ibarra Grande, Pedro. Jaral de Berrio y su marquesado. León, Gto. 2002.
Haciendas del mayorazgo de Jaral de Berrio en el siglo XVIII
Jaral de Berrio
Ubicación: San Felipe, Guanajuato Anécdotas: 1. el conde tuvo 99 haciendas, una para cada hijo. 2. El “castillo” o palacio de Jaral de Berrio lo remodeló Francisco Cayo de Moncada y Fernández de Córdoba, hacia finales del siglo XIX sobre construcciones anteriores de sus ancestros. Leyendas: cuentan que el fantasma de una mujer, posiblemente hija del conde, se aparece en la casa.
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